Meditar consiste en entrenar nuestra conciencia en la aceptación de la impermanencia. Los pensamientos vienen y van. Las experiencias vienen y van. Lo material viene y se va. El día dá lugar a la noche que dá lugar al día. Todo se mueve todo el rato. La realidad es cambiante y efímera.
También las fallas lo son. Año tras año, las llamas se lo llevan todo. La ilusión, la energía, el tiempo y la entrega absoluta de todo un año se desvanecen la noche de la cremá para volver a aparecer a los pocos días. Esta es posiblemente una de las características intrínsecas de las fallas y posiblemente su gran riqueza.
Bajo el lema“Esto también pasará”, presentabamos el monumento para la falla municipal de este año.
Aceptar el carácter efímero de nuestra fiesta también nos revela una de las grandes leyes universales de la naturaleza. Todo cambia constantemente.
Una mujermeditando. Nada más. Una mujer majestuosa, elegante, profunda. Una mujer empoderada, solida, contundente. A primera vista, esta meditadora se nos presenta impasible, como una montaña. Sin embargoalgo en ella nos hace sospechar que se mueve. Efectivamente, un mecanismo escondido en la base del monumento permitiría su rotación en una latencia que reproduce el intervalo de tiempo de rotación de la tierra.
360 grados en 24 horas.
La montaña se convierte entonces en faro, llenando con su presencia cada rincón de la plaza La fiesta de las fallas toma las calles de la ciudad. La pólvora, los fuegos, la luz y el calor de la gente conforman un escenario festivo incomparable y muy atractivo. Son días de celebración en los que el mundo se para. O al menos eso parece. La meditadora, con su movimiento casi invisible nos demuestra lo contrario. El río sigue su cauce y esta falla, como todas las anteriores, también cambiará con el fuego, recibiendo con su cara más dulce, la llegada del buen tiempo. Otro año más, después del invierno, llegó al fin la primavera.
… y de pronto llegó la PANDEMIA. El 13 de marzo del 2020, el gobierno de España declaró el estado de alarma y las fallas fueron canceladas. El tiempo se paró para este proyecto. La meditadora se quedó sin plantar y todo un año de trabajo se quedó sin cerrar.
Por suerte, el mensaje de la meditadora si trascendió la crisis del COVID. Su historia dió la vuelta al mundo, convirtiendose en un simbolo de resilencia, esperanza y ecuanimidad. ESTO TAMBIËN PASARÁ nos dijo…. como todo en esta vida. Lo que conocemos y lo que no conocemos. La naturaleza no distingue elementos, ni materias, ni tiempos.Todo es impermanente. Ahora… y siempre.
Son muchas las personas que han hecho posible este proyecto. Por nombrar solo algunas, quiero agradecer infinitamente la pasión y entrega con la que han trabajado Natalia Jimenez, Miguel Angel de Corona, Manolo Martín, Jose Ramón Espuig, a Isabel Puig, Manuel Varela, Miguel Angel González, Juan Luis Casa, Jose Bravo y Txarly Corona. Que bonito trabajar con ustedes.
Todas las fotos realizadas por el maravilloso… Jose Bravo